El mural, situado en el aparcamiento junto a la estación de la RENFE, tiene el lema "1-O ni oblit ni perdó"
ByB
1-3-2023
Se ha convertido en un hecho habitual la presencia de pintadas nacionalistas e hispanófobas en espacios públicos de Barbará que no son retiradas por el gobierno municipal. Uno de los ejemplos más destacados es el gran mural del odio existente en el aparcamiento situado junto a la estación de la RENFE de la localidad. Se trata de una pintada que exalta el golpe de Estado separatista del 2017 con el lema “1-O Ni oblit ni perdó”, y que es visible desde lejos por todos los que pasan por la estación.
La pintada lleva años ensuciando ese lugar sin que el ayuntamiento, gobernado por el PSC con el apoyo de ERC, haya hecho nada por limpiarla. En concreto, los responsables de retirar esta propaganda del odio son los concejales socialistas Sergio Montero, responsable, entre otros, de la Policía Local y de Convivencia y Civismo; y Carles Ortiz, concejal de Espacio Público y Sostenibilidad.
El lema de la pintada hace referencia al simulacro de votación que se llevó a cabo después del golpe contra la Democracia llevado a cabo el mes de septiembre de 2017 por la alianza de la extrema derecha nacionalista formada por Junts X Cat, ERC y la CUP. La intentona se saldó con la huida de algunos de los golpistas, como el expresidente Carles Puigdemont, que se fugó en el maletero de un coche, y el juicio y condena posterior a parte de los responsables, que fueron condenados por un delito de sedición y de malversación (un tipo de corrupción institucional) y posteriormente indultados por el gobierno del PSOE-Unidas Podemos.
Precisamente, los delitos de sedición y malversación han sido eliminados por el gobierno de PSOE y UP como consecuencia de sus pactos con la extrema derecha separatista. En la actualidad el Parlamento europeo está investigando al Gobierno español por la supresión del delito de malversación.
Nueva vulneración de la neutralidad política en el espacio público
Este mural del odio a favor del golpe de Estado está vulnerando el principio de neutralidad política que debe imperar en el espacio público. De hecho, no es la primera vez que se infringe el derecho vivir en una población libre de propaganda nacionalista. Es el caso de las pancartas separatistas, y de carácter hispanófobo y contra la democracia española, que estuvieron durante meses ensuciando el centro de Barbará y que únicamente fueron retiradas después de que este medio lo denunciara.