El autor, que ha sufrido de epilepsia, ha presentado su libro "Todos somos personas y amor", sobre su experiencia con la enfermedad, en la Biblioteca Vicente Aleixandre de Badía.
ByB
30-11-22
Felipe Eduardo Álvarez García es un escritor de 59 años de Badía del Vallés que ha presentado, el pasado 25 de noviembre, su libro "Todos somos personas y amor" en la biblioteca Vicente Aleixandre de la localidad. El autor ha sido presentado por Josep Daroca, profesor del servicio de catalán y amigo de Felipe García. En la obra el autor narra su experiencia con la epilepsia, enfermedad que ha padecido durante la mayor parte de su vida y que ha marcado en gran parte su personalidad y sus relaciones con los demás. Ante un auditorio de más de veinte personas Felipe Álvarez ha expuesto las dificultades de todo tipo que sufren las personas con epilepsia, debido en gran parte a los prejuicios y el poco conocimiento que se sigue teniendo sobre esta patología.
PREGUNTA: ¿Cuál ha sido la motivación profunda para escribir este libro ?
RESPUESTA: Para compartir el tesoro, o parte del tesoro, que había en mi ser.
P: Y ese tesoro tiene que ver con una enfermedad que ha marcado su vida.
R: Así es y para que otras personas que estén pasando por lo mismo ahora, tengan fuerza para salir, tengan ese empuje para salir
P: La epilepsia es en gran parte desconocida, ¿de qué forma se puede saber que se está sufriendo esta enfermedad en concreto?
R: Casi siempre la epilepsia viene acompañada de otras enfermedades, en mi caso es ansiedad, en una especie de binomio ansiedad-epilepsia
P: A partir de su experiencia, ¿cómo cree que deben afrontar la epilepsia las personas afectadas?
R: Con mucha paciencia, con mucha fe, siguiendo las medicinas y el tratamiento médico al pie de la letra y sobre todo con mucho amor de la gente. Y ser muy firmes.
P: En el libro usted denuncia la falta de conocimiento que aún se tiene sobre la epilepsia. ¿Ha mejorado esta situación en los últimos años, especialmente en la investigación?
R: Muy poco. La investigación médica dedicada a la epilepsia es muy escasa y muy pocos médicos están especializados en la epilepsia, los epileptólogos. Y muchos envían a los pacientes con síntomas de epilepsia a salud mental.
P: ¿Quiere decir que la epilepsia no es un tipo de enfermedad o trastorno mental?
R: Como personas, puede ser que algunos sí pero todos no. O sea no se puede decir que no todos. Algunos casos puede ser, pero siempre todos. Pero para ellos son todos: persona con epilepsia al psicólogo, a salud mental y ya está.
P: También explica en el libro que se tiende a considerar a las personas con epilepsia como personas incapaces de realizar determinadas actividades. ¿Usted ha sufrido estos prejuicios?
R: Sí, y tanto que sí, por la familia, por la gente de la calle, por los vecinos. Aún hay vecinos que me ven raro pero es igual.
P: ¿De qué forma condiciona esta enfermedad para poder trabajar?
R: Eso depende del tipo de epilepsia que tenga. Pero siempre hay una posibilidad. Una persona que tenga una epilepsia que se caiga al suelo no puede ser conductor de un autobús, pero puede estar sentado en una fábrica montando piezas, por ejemplo.
P: ¿Ha sufrido situaciones de discriminación laboral por padecer epilepsia?
R: Sí, muchas, porque ya solamente cuando me declaraba epiléptico ya decían no, ya nada.
P: También denuncia que se asocia la epilepsia con una discapacidad intelectual, cuando no tienen nada que ver
R: Sí, así es. Y de hecho en las escuelas cuando sacaba notas altas, porque mi nota media es notable alto, la gente se sorprendía porque se decían "¿cómo puede sacar éste una ocho o un diez?".
P: Usted es un hombre creyente, colaborador habitual de la Parroquia de la Merced de Badia. ¿Cuál ha sido el papel de la fe para superar la enfermedad?
R: La fe es vital. Si no hay fe más vale que te acuestes o te quedes sentado ante un río viendo pasar las corrientes porque no haces nada. Nada.
P: ¿Cuál está siendo la respuesta de los lectores y cómo se puede adquirir "Todos somos personas y amor"?
R: He vendido 60 ya. Ahora soy yo el que lo autoedita. Haré más promociones, esta vez fuera de Badia. Y a ver si alguien me da un empujón a nivel editorial, porque ya tengo aquí el empujón del Padre Iván de la Parroquia, el apoyo de Rubén ( director de la biblioteca de Badia), también de mi maestro y amigo Josep, y de mi amigo Josmar que pone mucho interés. Pero hace falta más ayuda.
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