El ayuntamiento coloca una pancarta de recuerdo a Companys, que firmó directamente 400 sentencias de muerte, debajo de otro cartel con el lema "Barberà per la Pau"
ByB
5/11/22
El Ayuntamiento de Barbará del Vallés ha colocado una pancarta de homenaje al político Lluís Companys, presidente de la Generalidad de Cataluña durante los años de la Segunda República Española y la Guerra Civil. El motivo es la conmemoración del fusilamiento de Companys por parte del bando franquista el 15 de octubre de 1940 en el castillo de Montjuic de Barcelona. La pancarta rememora la ejecución con el lema “Barberà del Vallès. En record del president Lluís Companys, assassinat pel franquisme el 15-10-1040”. Además, la pancarta se ha colocado debajo de otro cartel que reza "Barberà per la Pau", lo que ha creado una contradicción porque Companys fue el responsable directo de más de 8.000 asesinatos durante su mandato.El acto de homenaje a Companys ha incluido una ofrenda floral en la plaza precisamente llamada de Lluís Companys de Barbará. El acto ha sido presidido por el alcalde, Xavier Garcés, y ha contado con la presencia de representantes de los grupos municipales del PSC, Esquerra Republicana de Catalunya, Plataforma Ciudadana por Barberà y Podemos, entre otros.
Companys, responsable de 8.129 asesinatos, 400 firmados por él directamente
El homenaje a Companys viene cuando comienzan a conocerse de forma generalizada la responsabilidad directa de este político en los crímenes cometidos en Cataluña, especialmente en el período entre febrero de 1936, en el inicio de su segundo mandato al frente de la Generalidad, y 1939, al final de la Guerra Civil. Unos actos que incluyeron sentencias de muerte, asesinatos, y todo tipo de violaciones de los derechos humanos durante el mandato de Lluís Companys. Durante ese período, se cometieron un mínimo de 8.129 asesinatos, de los cuales Lluís Companys firmó directamente, con su nombre y apellidos, 400 sentencias de muerte. Las ejecuciones fueron emitidas por la Presidencia de la Generalidad, institución que se atribuyó, de forma ilegal, el poder sentenciar a muerte. Entre estos crímenes destacan las matanzas y linchamientos en el Campo de la Bota de Barcelona, que fueron firmados por Companys y que incluyeron el asesinato de 6 mujeres embarazadas con el conocimiento y el consentimiento del mandatario nacionalista.
Sentencias de muerte firmadas por Lluís Companys, algunas con sello para no cansarse la mano
El régimen de Companys, responsable del asesinato del tercer presidente de la Generalidad
Igualmente, es casi desconocido en Cataluña, donde se silencia o se tergiversa el período de Lluís Companys, el hecho de que Companys también fue el responsable del asesinato del tercer presidente de la Generalidad, Francisco Jiménez Arenas. Se trata, precisamente, del hombre que sustituyó a Companys al frente del gobierno de Cataluña, después del golpe de Estado que Lluís Companys perpetró contra la República Española, el 6 de octubre de 1934. Un delito por el que Companys fue sentenciado a 30 años de cárcel, pena que le fue conmutada con la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, lo que le permitió volver al poder y establecer el régimen de terror que acabó con la vida del hombre que lo había sustituido en el cargo. Jiménez Arenas fue apresado en el barco prisión Uruguay, un centro de detención y tortura de los Comités que creó Companys y que llegó a albergar a 1000 presos políticos. Jiménez Arenas fue sacado del barco Uruguay para ser asesinado el 2 de septiembre de 1936.
Sistema de terror sistemático y persecución religiosa del gobierno de Companys
Más grave aún, si cabe, es el sistema de terror que estableció Companys en alianza con grupos anarcosindicalistas. Este régimen incluyó un mínimo de 46 centros de interrogatorios y de tortura, solo en la ciudad de Barcelona, conocidos como "checas". Tan directa era la relación con estos centros de tortura que la misma ERC tenía uno en la calle de las Carolinas de la Ciudad Condal. Los cuerpos de los torturados y asesinados de las checas los echaban en los hornos crematorios de la cementera de Asland en Montcada i Reixac. De esta forma, el régimen de terror de Companys se adelantó al sistema de hornos crematorios que los nazis usaron en la Segunda Guerra Mundial.
No fue, sin embargo, la única similitud de la Generalidad de Companys con los métodos de Hitler (y también de Stalin) ya que durante el mandato de Companys se establecieron en Cataluña 8 campos de concentración donde estuvieron presas entre 5.000 y 10.000 personas. Las víctimas fueron mayoritariamente personas de derechas, no nacionalistas, religiosos o simplemente creyentes, a los que el sistema de terror de Companys consideraba desafectos. En estos centros sufrieron maltratos singularmente sádicos las mujeres detenidas, a las que violaban, torturaban y asesinaban de forma sistemática en checas como la de Monells. La persecución de las huestes de Lluís Companys se cebó especialmente con los miembros de la Iglesia en Cataluña, donde asesinaron a 1536 sacerdotes, el 30 por ciento del clero catalán. Además, se profanaron la inmensa mayoría de los templos católicos y se incendiaron 7000 iglesias en Cataluña.
Madre Apolonia, descuartizada y devorada por los cerdos en la checa de San Elías
Uno de los lugares donde llegó a sus cenit el horror revolucionario auspiciado por Lluís Companys fue la checa barcelonesa de San Elías. Aquí se descuartizaba a los presos y se les echaba a los cerdos que engordaban así con carne humana. Este fue el fin de la Madre Apolonia Lizárraga, una monja navarra que era Superiora de las Carmelitas de la Caridad. A Madre Apolonia la detuvieron milicianos del POUM y fue trasladada a la checa de San Elías. Allí fue desnudada, atada de pies y manos y colgada de un gancho, mientras los milicianos la serraron, aún viva, en cuatro partes que después cortaron en más trozos más pequeños que arrojaron a los cerdos. Durante su martirio Madre Apolonia rezaba por ella y por sus torturadores. Después, algunos de los asesinos ofrecieron a los bares de la zona "chorizos de monja", con la carne de los cerdos que habían cebado de esa forma espeluznante. Madre Apolonia fue beatificada en 2007 por el Papa Benedicto XVI.
La lista de los horrores de la checa de San Elías, y del resto de checas creadas con la aprobación de Lluís Companys, es interminable, como queda resumido en el siguiente vídeo sobre el martirio que sufrieron decenas de personas en este centro de tortura y muerte.
Companys, un genocida que no merece ningún homenaje
La estrategia del terror de Companys, y sus colaboradores anarquistas y comunistas, cumple los detalles de la definición de genocidio, como eliminación dirigida y preparada de un grupo humano por su raza, lengua, religión, condición social o cualquier otro rasgo que los cohesione. Y ningún genocida se merece ningún reconocimiento por parte de los representantes públicos, sean del signo que sean, más allá del conocimiento de sus fechorías y de sus crímenes para que jamás vuelva a haber, ni en Cataluña ni en ningún otro lugar, un mandatario como Lluís Companys.
Por eso desde ByB denunciamos públicamente todo acto de homenaje a este personaje siniestro de la historia de Cataluña y de España, y requerimos a que se retire la placa en su honor en la mal llamada plaza de Lluís Companys, y proponemos que el espacio se renombre como Plaza de Nuestra Señora del Rosario/Plaça de Nostra Senyora del Roser, como auténtico homenaje a la Alcaldesa Honoraria Perpetua de Barbará, símbolo del auténtico Amor, de Reconciliación y de Paz.
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