El rector de la Universidad Autónoma de Barcelona, Javier Lafuente, mantiene el mural del odio, firmado por el sindicato separatista violento SEPC, y que está situado en la Plaza Cívica de la UAB. Se trata de uno de los lugares más visibles de la universidad, justo delante de la salida de la estación de ferrocarriles de la UAB. El mural lleva años en ese mismo lugar y ha sido conservado por los sucesivos gobiernos de la UAB por su vinculación al nacionalismo hispanófobo.

El mural resume la ideología de este grupo radical del nacionalismo más agresivo, autodenominado Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans, en referencia al espacio imaginario de una gran Cataluña que se extiende, para los ultranacionalistas, desde el sur de Francia hasta Alicante, pasando por las Islas Baleares. Precisamente, este término de apropiación geográfica y política, que repite el patrón del Anschluss de la Alemania nazi, define la principal característica ideológica del SEPC, representada en la bandera llamada estelada por el nacionalismo.

Junto a la bandera separatista se encuentra el símbolo de la hoz y el martillo. De esta forma se simboliza la fusión de las dos grandes ramas del totalitarismo, fascismo nacionalista y comunismo, en que se sustenta este sindicato violento. Por último, en el mural se añade la simbología feminista, en un intento de implicar a las mujeres, especialmente a las simpatizantes más extremistas.

El SEPC, vinculado a la asociación filoterrorista Arran


Propaganda conjunta de los filoterroristas Arran y SEPC
Además de esta fusión ideológica, el rasgo más importante del SEPC es el uso de la violencia para conseguir sus objetivos. De hecho, la agresión física es habitual en la UAB contra las personas y asociaciones que se oponen al nacionalismo obligatorio. Este es el caso de la asociación constitucionalista S’ha acabat, que es atacada sistemáticamente en el campus de la universidad por miembros del SEPC y de otros grupos violentos estudiantiles, de carácter asambleario y ultranacionalista.

Ante los sucesivos ataques del fascio-comunismo nacionalista e hispanófobo, el rectorado ha actuado en ocasiones con tibieza, y en otras con abierta connivencia con los violentos. De hecho, el rector y su equipo han llegado a culpar a los representantes de los partidos políticos que han acudido a la UAB a dar apoyo a los agredidos, en vez de a sus agresores separatistas.

Esta realidad refleja una coincidencia ideológica de fondo entre el rector, Javier Lafuente, y su equipo con los ultras del SEPC y grupos afines. Una afinidad que se muestra especialmente en la política de apartheid lingüístico contra el español que se está llevando a cabo en la UAB, con campañas como la que está teniendo lugar actualmente titulada No em toquis la llengua, y que coincide con la propaganda de presión contra el uso del español en la universidad llevada a cabo por los ultranacionalistas. La complicidad del rectorado con estos grupos es especialmente grave por cuanto el SEPC está vinculado a asociaciones filoterroristas como Arran, las juventudes de la CUP, autores de ataques a sedes de partidos políticos, como las sufridas por el PP.

Malestar de profesores por el uso nacionalista de la UAB de Lafuente y su equipo

Por esta utilización política, y cómplice con la violencia separatista, el gobierno de Javier Lafuente al frente de la UAB está provocando un profundo malestar entre muchos miembros de la universidad, muchos de los cuales habían apostado por Lafuente para garantizar, precisamente, la neutralidad política de la UAB. El giro ultranacionalista de Lafuente y su equipo, con actos como el apoyo a los políticos sediciosos culpables del Golpe de Estado de 2017, al que también se unieron rectoras de otras universidades catalanas, es una de las causas de la redacción del manifiesto por la neutralidad política de las universidades, que ha sido respaldado ya por más de mil profesores universitarios de toda España.