ByB
7 jun 2023
El PSC debe liderar un gobierno con partidos constitucionalistas y sin Xavier Garcés, cómplice de las amenazas de EAB-CUP y sus socios a Vox
Las elecciones del 28 de mayo han ofrecido un panorama político complejo y plural en Barbará, marcado, en primer lugar, por la victoria clara aunque insuficiente del PSC, que ha repetido los 7 concejales con los que ya contaba. Se trata de un resultado que vuelve a dejar a este partido lejos de la mayoría absoluta, situada en 11 regidores, pero que está muy por encima del segundo partido más votado, que ha sido Tot per Barberà (TxB), liderado por la exalcaldesa Silvia Fuster, que ha logrado 3 concejales.
Se podría considerar esta entrada de TxB un éxito, habida cuenta de que se presentaba por primera vez, si no fuera porque Silvia Fuster había logrado ser alcaldesa y fue cabeza de lista de Plataforma Ciutadana per Barberà (PCPB), partido que abandonó, sin dejar su puesto de concejal, para formar Tot per Barberà. Precisamente, la salida de Silvia Fuster ha provocado que la PCPB haya pasado de 6 a 3 regidores; es decir, ha visto reducida exactamente a la mitad su representación a causa de la división en dos por el partido de Fuster. Una Silvia Fuster que, dicho sea de paso, ha conseguido buena parte de sus votos a costa de ocultar, deliberadamente, su militancia nacionalista en el PDCAT, partido en el que incluso formó parte de las listas de las elecciones autonómicas de 2021.
Igualmente significativo ha sido el fracaso de los partidos abiertamente separatistas, especialmente ERC y Junts per Catalunya. ERC ha pasado de 4 a 2 concejales, mientras que JXC continúa sin llegar al mínimo de votos necesario para entrar en el Pleno municipal. Algo lógico cuando en su campaña electoral estas formaciones han realizado actos como mítines con golpistas, o una conferencia con el expresidente racista Quim Torra, que llamó a los castellanohablantes bestias taradas.
De ahí el magro fruto cosechado por unos partidos que han sido los principales culpables del golpe de Estado ultranacionalista perpetrado el 2017, y que en Barbará han intentado disimular su hispanofobia y el desprecio a nuestra Democracia y a la Constitución mediante una campaña donde han ocultado, casi por completo, los símbolos con los que han estado imponiendo el pensamiento único nacionalista. Así, en la campaña han desaparecido, como por ensalmo, las banderas de la ultraderecha separatista, llamadas por el nacionalismo “esteladas”, y los lazos amarillos, símbolos de la impunidad proclamada para los culpables del golpe de Estado, liderados por el fugado Carles Puigdemont y el indultado Oriol Junqueras.
La campaña pseudoantifascista del hispanóbo, violento y fascista EAB-CUP y sus aliados
El descalabro separatista en Barbará se ha visto maquillado por la entrada en el consistorio de EAB-CUP. Esto es, la marca local de la CUP que se presenta con distintos nombres en muchos municipios, quizás para disimular las siglas de un grupo que no es nada más que la representación del fascismo separatista violento. Se trata de un partido emparentado íntimamente con Bildu y con estrechos vínculos con el terrorismo ultranacionalista, comenzando por sus propias juventudes de Arran, calificadas de terroristas, o la formación universitaria SEPC, responsable de las agresiones a los estudiantes constitucionalistas de S’ha acabat.
En esta estrategia orwelliana de manipulación lingüística, típica por otro lado del conjunto del nacionalismo, EAB-CUP se ha convertido el elemento central de la campaña contra el “fascismo” que se inició el pasado día de San Jordi y cuyo objetivo es el señalamiento de Vox, que ha conseguido entrar en el ayuntamiento de Barbará, superando por cierto en votos a EAB-CUP. De esta forma este partido ultra hispanófobo, defensor del racismo lingüístico más nauseabundo contra el español y los castellanohablantes, y por tanto auténticamente fascista, quiere capitalizar las negociaciones para la formación del nuevo gobierno municipal, a pesar de haber entrado en el ayuntamiento por la mínima, con apenas un 5,08% de los votos
La impostura pseudoantifascista de EAB-CUP es tal que incluso ha impulsado una campaña, con pancarta en la plaza del ayuntamiento incluida, que ha sido apoyada por grupos y asociaciones supuestamente culturales, cívicas o educativas que se han transformado, de hecho, en satélites de los filoterroristas. Estos incluyen partidos como Barberà en Comú Podem o ERC, o asociaciones nada menos que de la educación pública, y por lo tanto representantes de todos los estudiantes barberenses y sus familias, voten lo que voten, como la AMPA del instituto Can Planas -a la que no se le conoce queja alguna por el apartheid lingüístico contra el español como lengua vehicular en ese instituto- o la "colla de bastoners" del instituto de La Románica. Quizás es porque el baile de bastones está reservado únicamente para los ciudadanos libres de nacionalismo.
Todos estos grupos y bastantes más, incluido el autodenominado "consell de la república" del golpista Puigdemont y del racista Torra, se han adherido a un manifiesto pretendidamente antifascista, denominado "Barberà planta cara", que no es más que un ataque a Vox, y de paso también al PP, sin más objetivo que llamar fascista a todos los que no piensen como sus promotores separatistas. Se trata, en realidad de un tipo de señalamiento muy similar, por no decir casi idéntico, al realizado en el País Vasco por el, éste sí, auténtico fascismo etarra y sus adláteres y que ha provocado el éxodo de al menos 180.000 vascos, a los que ha expulsado de su tierra la política criminal del ultranacionalismo racista antiespañol.
Que un movimiento en el fondo realmente racista y xenófobo como el que promueve este lamentable manifiesto se presente como un adalid del antifascismo no es nada más que una nueva demostración de la inmoralidad y la hipocresía insoportable en la que se ha instalado la política en Barbará. Y ésta, a su vez, es un reflejo de la degeneración de la democracia en Cataluña, secuestrada por un nacionalismo corrupto, liberticida y que se fundamenta en el discurso del odio a todo lo que es y lo que significa España, como Nación de ciudadanos libres e iguales.
EAB-CUP no debe estar en el gobierno municipal
Es por ello que el nuevo gobierno municipal de Barbará no debe incluir, de ninguna manera, un partido como EAB-CUP. Y no solo porque se trata de la formación menos votada de las que han logrado representación, con un 5,08% que está justo en el límite del mínimo necesario; sino sobre todo porque se trata de un partido hispanófobo, cuyo ideario se basa en el odio a España y a los españoles; que es partidario de incumplir las leyes que no le gustan; y que está vinculado a grupos violentos y terroristas, como sus propias juventudes de Arran.
En absoluto un partido de estas características puede representar al conjunto de los barberenses, que usamos el catalán y el español con normalidad, si bien el castellano es nuestra lengua mayoritaria; que nos sentimos en la inmensa mayoría catalanes y españoles; que amamos con toda el alma a nuestra ciudad, Barbará, a nuestra tierra, Cataluña y a nuestra auténtica Nación, España; y que por encima de cualquier otra cosa defendemos la Libertad, la Paz y la verdadera Democracia recogida en nuestra Constitución.
Ahora bien, se equivocarían quienes consideren que la no presencia de EAB-CUP sería suficiente para encauzar un gobierno estable en Barbará y realmente democrático. Por desgracia, el golpe de Estado 2017 abrió los ojos a muchos sobre lo que representa en realidad el nacionalismo, y que no es nada más que la pretensión de la ultraderecha separatista de establecer una Barbará, y una Cataluña, monolingüe, uniforme, controlada política, social y hasta sentimentalmente, y estrujada económicamente por las élites golpistas. Es decir, una auténtica dictadura, esta sí, completamente fascista a la que hay que comenzar a combatir desde ya mismo.
El PSC debe liderar un gobierno constitucionalista sin Xavier Garcés, cómplice de las amenazas fascistas del día de San Jordi
Por eso desde ByB pedimos la formación de un gobierno constitucionalista en Barbará, que impida la vulneración de los derechos sociales, culturales y lingüísticos, recogidos en nuestra Carta Magna, y que son cercenados sistemáticamente por el nacionalismo y sus variantes populistas y pseudoizquierdistas. Las elecciones han dejado claro que el PSC ha sido el partido ganador, y por tanto, debería ser este partido quien encabezase el gobierno municipal.
Sin embargo, el PSC no solo ha sido cómplice necesario del separatismo, sino que se ha convertido en actor principal de la imposición nacionalista, con medidas como la prohibición del español en el ayuntamiento como lengua oficial, y por tanto propia de Barbará, juntamente con el catalán. Pero además, la gravedad de la implicación nacionalista del PSC lo ha llevado, no solo a amparar y permitir sino también a impulsar y promover, la campaña de odio contra un partido como Vox de forma pública, como se demostró con las amenazas a los representantes de este partido en el lamentable pasado día de San Jordi. Una coacción que se perpetró con la aquiescencia absoluta del alcalde, Xavier Garcés, el concejal de la Policía Local, Sergio Montero, y el concejal de Cultura, Joan Muñoz.
En consecuencia, y tal y como hemos denunciado en este medio, tanto Xavier Garcés, en primer lugar, como Sergio Montero y Joan Muñoz, deben dimitir de sus cargos, por su incapacidad de garantizar la seguridad, la libertad, de los ciudadanos, sea cual sea su pensamiento, y por lo tanto la democracia en Barbará. Por eso el PSC, si realmente quiere un gobierno antifascista, debe prescindir en primer lugar de quienes han permitido, desde las más altas instancias municipales, el comportamiento auténticamente fascista en Barbará. Eso significa que Xavier Garcés de ninguna forma puede ser el próximo alcalde de Barbará, pues se ha mostrado indigno de su cargo como representante de todos los barberenses, sea cual sea su condición e ideología.
El PSC debe, por tanto, buscar una figura alternativa para encabezar un gobierno que garantice los derechos constitucionales de todos los barberenses, ultrajados durante décadas por las políticas nacionalistas. Esto incluye los derechos lingüísticos, arrebatados en el Reglamento Orgánico Municipal (ROM) que discrimina a los castellanohablantes, en un intolerable racismo idiomático. Y para ello el PSC debe alejarse de las formaciones separatistas para configurar alianzas con los partidos constitucionalistas presentes en el Pleno municipal salido de las elecciones del 28 de mayo. Unos comicios que han demostrado, una vez más, que los ciudadanos de Barbará son, en su inmensa mayoría, defensores de la Constitución como única garantía de la verdadera Democracia y del auténtico antifascismo.
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